También podría llamar este post «Diarios de viaje», pero me gusta más lo de cuaderno…
Las cámaras digitales nos permiten hacer muchas fotos, prácticamente infinitas. No por el número, sino por el poder disparar cuando queramos sin pensar en si esa foto la revelaré o no… es más, casi nunca se revelan!
Por otro lado, si eres el tipo de persona que guarda compulsivamente tickets, folletos y demás recuerdos de un viaje, al final terminas teniendo miles de sobres, cajitas y montoncitos de cosas «de recuerdo» que te da pena tirar… pero que finalmente, pasados un par de años, terminan en el cubo de la basura.
Afortunadamente, hay una solución para esto. Las fotos se pueden imprimir en papel normal (con baja calidad, si, ¡pero se pueden imprimir!) y podemos llevarnos un cuaderno en nuestros viajes.
Reconozco que puede ser un poco pesado meter en la maleta un cuaderno, un estuche con pinturas y celo, un modelo de tamaño de foto y cualquier cosa de papelería que utilicemos para pintar/escribir pero vale la pena.
En mi caso, mi «conjunto de herramientas» es el siguiente:
- Cuaderno (fundamental), me gusta mucho este modelo
- Estuche con: lápices de colores (de madera), sacapuntas, goma de borrar, bolígrafos de varios colores, tinta para pluma (es con lo que escribo)
- Papel celo
- Tijeras
- Regla
- «Modelo tamaño de foto»
Si, lo sé, ir cargado con todas estas cosas cuando uno viaja es un poco tostón, pero con un estuche suficientemente grande en el que poner todo (menos el cuaderno, claro) se puede ir bien y vale la pena.
Armados con todas estas cosas, nos vamos de viaje.
Dependiendo de la duración del viaje, la forma de actuar es distinta.
En viajes largos, siempre hay momentos en los que nos apetece algo de relax, parar, echar la vista atrás en lo hecho y relajarnos un poquito. Ahí es donde entra el cuaderno.
Una vez puesto el «titulo» al viaje, empezamos a pegar con celo las cosas que nos queremos quedar de recuerdo, por fecha. A partir de ahí, cada uno es como es y las alternativas son tantas como personas. En mi caso, escribo por fechas y me gusta que la parte «descriptiva» sea tipo diario.
Además, pongo los datos de los hoteles o alojamientos en los que he estado (con valoraciones) para poder repetir alojamiento: pego las tarjetas si las puedo coger o lo escribo a mano. Pego también las tarjetas de los restaurantes y de los lugares a los que voy.
Aquí es donde tiene razón de ser el «modelo tamaño de foto». Para que el resumen del viaje tenga fotos, han de imprimirse a la vuelta, pero si puedo ir escribiendo sobre la marcha, es mucho mejor, porque los datos están más frescos.
Mi forma para resolver esto ha sido incluir en el kit de cosas para el cuaderno un trozo de papel con el tamaño de una foto. No el tamaño estándar de foto, sino uno que imprime el «ayudante de impresión de windos» que es el de «impresiones de recorte». Es como una tarjeta de visita, aproximadamente, y hace que se pueda poner texto alrededor sin problema.
Total, que cuando voy escribiendo, voy pegando los «recuerdos» y voy dejando huecos del tamaño de la foto. Cuando vuelvo, solo me quedan un par de días por contar, imprimir las fotos y pegarlas.
Hay que tener en cuenta varias cosas: es muy personal, tremendamente personal. La gente puede leerlo si se lo dejas, pero tiene que servirte para recordar el viaje. Todos tenemos procesos mentales distintos y tenemos mecanismos distintos para recordar las cosas. Además, si se hace en plan «diario» también incluye reflexiones y pensamientos, no solo hechos.
En plan práctico, hay que tener en cuenta que si se pegan los recuerdos con pegamento, en vez de con celo, el tipo de pegamento y papel del cuaderno han de ser «compatibles» (no quedar demasiado húmedo, que se arruga, y cosas así). Si se usa celo para pegar las cosas, el celo «se come» la tinta de las impresoras térmicas. Donde pongas celo, se borran las letras, básicamente, cuando se trata de un ticket.
Y ya, a partir de ahí, la imaginación!
Para los viajes cortos, depende un poco de la memoria de cada uno. Yo me llevo el cuaderno, no suele darme tiempo a escribir nada, pero si a pegar un par de cosas y eso me ayuda a estructurar mentalmente lo que voy a escribir… pero es algo tan personal que es complicado dar ni un solo consejo.
El anterior cuaderno de viaje, es el que figura en el listado. Actualmente, utilizo uno que me he hecho yo misma. Esto es, compre un papiro en Egipto, lo he plastificado. Imprimí en folios de color unas rallas de guía (¡me gusta escribir en rallado! ¡que diablos!) y lo encuaderné. Es un cuaderno de viaje, recuerdo de un viaje anterior. Me gustó la idea 🙂
Del viaje a Egipto, que abre este blog, podría poner miles de miles de cosas, fotografiar el cuaderno de viaje (bautizado como «Lo que hice en mis vacaciones Vol. 1«) pero solo voy a hacer una:
«Muchas gracias por hacer realidad un sueño, por disfrutar conmigo de un increíble viaje. No se me ocurre ningún compañero mejor para recorrer el mundo, para descubrirlo.»
TQ mucho